Arte islámico
Características | Periodos |
Arquitectura Pintura Escultura Artes suntuarias |
Ejercicios y cuadernos de trabajo |
Orígenes:
Existen dos rasgos dominantes del arte y la arquitectura islámicas:
la importancia de la decoración caligráfica
la composición espacial de la mezquita
Ambas estuvieron íntimamente ligadas a la doctrina islámica y se desarrollaron en los primeros tiempos de su religión.
En Medina, Mahoma reunió a un grupo de creyentes para celebrar la oración comunitaria. La casa de Mahoma consistía en un recinto cuadrado de muros de adobe abierto a un patio, rematado por un soportal o cobertizo en el lado sur. En el muro oriental se levantaron las habitaciones de las mujeres del Profeta, volcadas hacia el patio, donde se reunían los fieles para orar bajo las directrices de Mahoma, que se subía en un estrado para dirigirles. En esta disposición se ha querido establecer el origen de las futuras mezquitas, que suelen presentar un patio interior (sahn) rodeado de pórticos (riwaqs) y un espacio cubierto (haram), articulado mediante naves de columnas y delimitado por la quibla, el muro que señala la dirección de La Meca.
El arte islámico puede definirse como el arte producido en tierras dominadas por los musulmanes, producido para clientes musulmanes o creado por artistas musulmanes.
Influencias del arte islámico:
Los primeros seguidores de Mahoma fueron pueblos nómadas procedentes de la península Arábiga, con escasas tradiciones artísticas, en contraste de los imperios que conquistaron posteriormente. Los materiales serán muy pobres y perecederos
A medida que se expandió, el Islam asimiló las distintas tradiciones culturales y artísticas de los pueblos sometidos, instaurando así un estilo artístico propio, que varía de acuerdo con las diversas áreas climáticas o los materiales disponibles.
Algunos motivos adaptados y reinterpretados de otras culturas se convirtieron en temas universales del mundo islámico.
El arte islámico evolucionó a partir de muchas fuentes, como las romanas, paleocristianas, bizantinas o visigodas, que se entremezclaron en su primera arquitectura, con el arte persa Sasánida y los estilos del centro de Asia, incorporados a través de las incursiones turcas y mongolas.
El arte chino constituyó un ingrediente esencial de la pintura, la cerámica y las artes textiles.