El universo anfibio.
En el año
1.500, el capitán español
Vicente Yañez Pinzón
se hallaba explorando la costa este del
Nuevo Mundo cuando
descubrió que navegaba sobre agua dulce a unos 160 Km mar
adentro. Desconcertado, y al mismo tiempo intrigado, se encaminó
a tierra. Estaba buscando la ruta por un laberinto de islas cuando
entró en una zona de agua dulce tan
vasta que la
denominó simplemente la "Mar Dulce". No pudo calcular su
anchura, pero siguiendo hacia el interior descubrió con asombro
lo que parecía ser un río de unos 60 Km de ancho.
La verdad causa
vértigo. El
Amazonas, a pesar de sus
6.500 Km de recorrido a través de casi todo el continente
sudamericano, es solamente un elemento de una inmensa
red hidrográfica que
comprende más de 1.100 ríos entre sí, los cuales
en su conjunto contienen dos terceras partes de toda el agua dulce que
hay en la tierra.
En este universo
anfibio el agua y la
vegetación libran una batalla perpetua, avanzando y
retirándose al ritmo de las inundaciones. (...)
Este
universo
anfibio obliga a las plantas a adaptarse a él para poder
sobrevivir. A lo largo de las
cenagosas
laderas de los ríos los árboles elevan sus raíces
como zancos por encima de la superficie del agua. Otras plantas, como
el
helecho
acuático, flotan sobre la superficie del agua y se nutre a
través de sus hojas. En cambio otras han adoptado una
solución diferente: abandonar el terreno de la selva y anclarse
en las ramas de los árboles donde, al igual que ocurre con los
epífitos, absorven
la humedad de la atmósfera o almacenan en sus depósitos
el agua de lluvia que necesitan. De esta manera las plantas se hallan
preparadas para la subida de las aguas.
Zonas
salvajes del mundo. Naturaleza y vida animal. "El Amazonas" Ed. Folio