revolucion en AndaluciaEn 1856, anadalucía era la
región española en cuanto a grado de
. Un
más tarde estaba ya prácticamente a la cola, con un índice de industrialización
al 50 por 100 del nivel medio español. Mientras que entre 1856 y 1900 Andalucía tenía un índice de industrialización superior a la media nacional en las ramas de alimentación, metalurgia, química y cerámica, a partir de 1915 esta supremacía se redujo a las ramas de
y química. Según los defensores de la llamada teoria de la dependencia, las causas fundamentales del
de la industria y de la economia andaluza a finales del siglo XIX habrían sido las siguientes: en primer lugar, la agricultura andaluza más productiva habría estado siempre vinculada a
con demanda muy elástica, con lo que nunca habría podido servir como motor de desarrollo, agotándose definitivamente sus posibilidades durante la crisis agraria de la penúltima década del siglo; por otra parte, la
, que pudo haber servido también como potentísima fuente de acumulación, tampoco lo hizo por su condición de minería de pendiente y de saqueo; en tercer lugar faltó una estructura financiera capaz de canalizar recursos hacia la industria, prefiriendo siempre actividades comerciales, e incluso enterrando cuantiosos recursos en la construcción del
; en cuarto lugar, la integración de Andalucía en el mercado nacional, cuando el trazado del ferrocarril estuvo totalmente terminado, habia supuesto un duro golpe para la economía de la region al convertirse en una pequeña parte de un territorio mucho más amplio; por último, la Restauración borbónica habria hecho de la
industrial andaluza una oligarquía fundamentalmente politica y residente en Madrid que habia potenciado un crecimiento desequilibrado, en el que Andalucía se habia especializado definitivamente en actividades agrarias exportadoras, con
bajos y altos beneficios para terratenientes, que posteriormente habían sido invertidos en actividades industriales en el centro, en altos salarios y elevada capacidad adquisitiva.
Hipótesis, en
, para explicar el subdesarrollo económico andaluz:
Crecimiento poblacional en el siglo XIX que presionará a la baja los salarios en el mercado de trabajo y contribuirá a impedir la sustitución de dicho factor por capital físico.
Desigualdad en la distribución de la riqueza y renta que desalentará la inversión en industria de bienes de consumo.
Proteccionismo
que evitará, en la agricultura
, la transformación de los métodos de cultivo y de la propia producción tradicional -salvo los casos del olivar, citricos y otros cultivos minoritarios respecto al cereal- con lo cual se perpetúa un sistema económico basado primordialmente en la agricultura extensiva y en el empleo de mano de obra.
La política
que se fortalece a finales del siglo XIX y comienzo del XX favorecerá la industrialización de las regiones del Norte y desalentará, a la vez, la inversión en regiones cuya ventaja comparativa reside en un capital humano potencialmente productivo.
Sin embargo, este capital humano empresarial, en el caso de Andalucía, está situado, de forma preferente, en la agricultura, sobre todo por razones de rentabilidad, y el capital humano técnico y laboral en los sectores
y terciario es escaso en la medida en que el bajo nivel de renta de la mayor parte de la población se traducía en bajo nivel formativo.
A los anteriores factores hay rendimientos de la agricultura tradicional en la mayor parte de las provincias orientales, donde el régimen
de propiedad era el dominante.