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España y Andalucía

un país turístico

Geohistoarteducativa (CC BY-NC-SA)

evolución turistica

Turismo en Andalucía

VIAJEROS Y TURISTAS EN ANDALUCÍA, SIGLOS XIX Y XX

Andalucía es visitada desde fines del XVIII por un número cada vez más elevado de viajeros, dando lugar en la segunda mitad del XIX al fenómeno del turismo. Una corriente que en el siglo XX se convertirá en una de las principales actividades económicas de la región, con una expansión espectacular. Sus orígenes se remonta a fines del XVIII cuando los pioneros del viaje acuden a Andalucía atraídos por la escenografía histórica, monumental, paisajística y pintoresca de sus grandes ciudades (Sevilla, Granada, Cádiz, Córdoba y Málaga) y poblaciones como Ronda y Jerez. Es aún una actividad elitista, de un puñado de visitantes que emprenden largos periplos y estancias caracterizadas por las limitaciones del transporte y el alojamiento. El giro tiene lugar desde mediados del XIX con la revolución del transporte (vapores, ferrocarril, automóvil, avión…) y los cambios en los centros emisores (aumento del nivel de vida…) y de recepción (desarrollo de los servicios) que fomentan la consolidación de un nuevo ramo de la economía: el turismo, en el que Andalucía ocupa desde el principio una posición privilegiada en el conjunto de España. En el primer tercio del XX el turismo se decanta en Andalucía como sector económico impulsado por la iniciativa privada con el respaldo incipiente de entidades públicas: en 1905 se crea una Comisión Nacional, en 1911 la Comisaría Regia del Turismo y la Cultura Artística y en 1928 el Patronato Nacional del Turismo. No es casual que al incorporarse al diccionario en 1925 la palabra “turismo” se defina como la “Afición a viajar por gusto de recorrer un país” y también como la “Organización de los medios conducentes a facilitar estos viajes”. Así, la década de 1920 constituye la primera etapa del turismo moderno para la región, con varios miles de visitantes extranjeros focalizados en los núcleos monumentales de Granada, Sevilla y Córdoba y los enclaves marítimos de Málaga y Cádiz, bajo el aliciente de la Exposición Iberoamericana de 1929. Cuantificar su impacto es todavía, sin embargo, tarea difícil, tanto como evaluar las infraestructuras disponibles, habida cuenta de la falta de datos específicos sectoriales. La depresión de los treinta y la Guerra Civil truncaron estos inicios del fenómeno turístico andaluz, que se reactiva con gran fuerza desde la década de 1950, pero sobre otras bases geográficas y de actividad, con predominio del turismo litoral de sol y playa. (Datos atlas historia económica de Andalucía)

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