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Convocatoria de los Estados Generales

Aunque comenzada en 1878 (febrero-marzo), se toma como inicio de la Revolución el año 1789, ya que en esta fecha se celebra la convocatoria a elecciones para los Estados Generales. En su organización ya se observan desequilibrios: con tener 25 años y contribuir se podía elegir representantes.

El sufragio para el Tercer Estado comportaba grados. Surgen aquí los "cuadernos de quejas" (cuadernos en donde los electores confiaban a sus representantes sus quejas). Realizados con libertad, sus principales objetivos eran una constitución y la supresión de los privilegios.

Tras las elecciones (abril-mayo), los diputados sólo representan al clero, a la nobleza y a la burguesía. No había ningún representante de los campesinos ni de los artesanos.

El 5 de mayo de 1789 el rey inaugura los Estados Generales en Versalles. Se inicia el debate sobre el voto por estamentos o por cabeza, única forma posible de reforma. El Tercer Estado anima a los otros dos a unirse a sus peticiones. Los nobles liberales y el bajo clero estaban de acuerdo, pero el alto clero y la aristocracia tradicional no.

"El Rey:
Nos tenemos la necesidad del concurso de nuestros fieles súbditos para ayudarnos a superar todas las dificultades en que Nos encontramos, relativas al estado de nuestras finanzas y, para establecer, siguiendo nuestros deseos, un orden constante e invariable en todos los aspectos del gobierno que afectan a la felicidad de nuestros súbditos y a la prosperidad de nuestro reino. Estos importantes motivos Nos han determinado a convocar la asamblea de los Estados de todas las provincias de nuestra soberanía, tanto para aconsejarnos y para asistirnos en todos los asuntos que serán expuestos ante ellos, como para hacernos conocer los deseos y las peticiones de nuestros pueblos.
Por estas causas, Nos os advertimos y significamos que nuestra voluntad es la de comenzar a celebrar los Estados libres y generales de nuestro reino (...); y serán los dichos diputados provistos de instrucciones y poderes generales y suficientes para proponer, representar, advertir y consentir todo lo que puede concernir a las necesidades del Estado."

Carta de convocatoria de los Estados Generales (1789).

Comentario 1

"Aquí el pobre no tiene derecho a encender el fuego en su choza para ponerse al abrigo del frío, si no lo compra bien caro al señor, por una contribución descontada de sus medios de subsistencia y los de su familia. Este derecho inhumano existe en Broues bajo el nombre de derecho de fuego. Allí el agricultor no tiene ni siquiera el derecho de alimentar su ganado con la hierba que crece en su campo; si la toca, se le denuncia y castiga con una multa que lo arruina, y el ejercicio más legítimo de los derechos de su propiedad está subordinado a la voluntad arbitraria del señor, que tiene la pretensión al derecho universal sobre todos los pastos del territorio. Se deben abolir todos los derechos de los señores (...)."

Extracto de “Los Cuadernos de Quejas”.

Comentario 2

“Nosotros declaramos que nunca consentiremos que extingan los derechos que han caracterizado hasta hoy el orden nobiliario y que hemos recibido de nuestros antepasados (...) Recomendamos a nuestros diputados oponerse a todo lo que pueda atentar contra nuestras propiedades útiles y honoríficas.”

Cuaderno de Quejas de la nobleza de Montargis. Mayo de 1789.

Comentario 3

Cuaderno de Quejas del Tercer Estado (Parroquia de Peumerit, en Bretaña)

Los miembros de la parroquia de Peumerit... informados de los buenos deseos de S.M. que quiere mostrarse ante sus súbditos como un verdadero padre del pueblo, invitándoles a todos, sin distinción, a presentar a los pies de su trono sus peticiones, problemas y quejas con el fin de conocer las necesidades de todos y de cada uno en particular: Informados de la voluntad de S.M, de poner pronto y provechoso remedio a los males del Estado y de asegurar a su pueblo la felicidad, han decidido unánimemente solicitar a S.M. con confianza lo que sigue:

1. Que S.M. sea el protector, el sostén y el apoyo de la religión católica, apostólica y romana, sobre todo en este siglo desgraciado, donde las costumbres son menos puras que nunca. Por ello le suplican que no permita la práctica de ninguna religión extranjera ni en el Estado ni el ducado de Bretaña.

2. Pedimos insistentemente que Luis XVI, nuestro buen Rey, y sus sucesores en línea directa reinen como verdaderos monarcas, de acuerdo con las leyes fundamentales de la monarquía y que no se impongan otras trabas a su autoridad que aquellas que puedan impedirles hacer reflejar sobre su pueblo las dulces influencias de su bondad.

3. Que el Tercer Estado en la provincia de Bretaña sea representado, tanto en los Estados generales como en los Estados provinciales por un número de diputados que iguale el número de los dos primeros órdenes reunidos, los cuales diputados no podrán ser nobles, ni procuradores fiscales ni eclesiásticos; y que en ambos estados se vote por cabeza.

4. Que el clero y la nobleza contribuyan con el Tercer estado en la construcción y en la conservación de los caminos mediante el pago de la corvee real.

5. Que se suprima el sorteo de quintas, que los milicianos, guardacostas y marineros lo sean en los sucesivo por contrato libre y pagados en dinero. Este es el único medio de conservar las familias, que son lo más preciado y lo más necesario de la nación.

6. Que la capitulación y las demás cargas pecuniarias sean todas ellas comprendidas en un solo registro, en el cual estén incluidos también los eclesiásticos y los nobles, y que cada contribuyente, a partir de ahora, pague de acuerdo con su opulencia. De esta forma disminuirán las cargas que agobian al pueblo.

7. Que las pensiones y otras gracias que disfruta la nobleza no sean en adelante una carga para el Tercer Estado, sino que los fondos destinados a esos fines sean recaudados entre la nobleza.

8. Que las prestaciones personales señoriales y otros derechos se paguen en metálico y que se reconozca el derecho a librar los dominios redimibles en dinero y no en prestaciones personales.

9. Que los derechos feudales sean absolutamente abolidos como derechos odiosos y vejatorios.

10. Nuestros campos están casi desnudos, los bosques han disminuido los señores y los hacendados abandonan totalmente las plantaciones. El medio más eficaz para hacer revivir el campo está en permitir a todos los campesinos, labrar, plantar árboles o sembrar a su voluntad las tierras vacías, recogiendo el fruto de lo que hayan trabajado.

11. Que los plebeyos puedan ser admitidos a ocupar cualquier civil o militar, teniendo en cuenta el mérito antes que el nacimiento.

Estas son las quejas que los habitantes de esta parroquia desean elevar al monarca. Estos son los deseos que ellos se atreven a presentar para la conservación, el honor y la fidelidad del pueblo francés.

En enero de 1789, la convocatoria de los Estados Generales coincidió con un periodo de grave crisis económica. Las malas cosechas de los años anteriores, las inundaciones de 1787 y la acusada sequía de 1788, habían provocado una aguda crisis de subsistencia. El precio del trigo se duplicó y el del pan casi llegó a triplicarse. La carestía provocó también la reducción del consumo de productos artesanales, lo que acentúa aún más la crisis de las manufacturas derivada de la competencia de los productos ingleses. Muchos talleres y fábricas tuvieron que cerrar dejando a sus trabajadores en el paro.

La escasez de alimentos básicos y la subida de los precios y el desempleo generaron un descontento creciente en las clases populares. El malestar de la población quedó reflejado en los más de 60.000 cuadernos de quejas (Cahiers de doléances) que los representantes del tercer estado reunieron por todo el país para enviar sus peticiones al rey. Los campesinos protestaban contra el pago de los diezmos y los abusos de los derechos feudales, los trabajadores urbanos lo hacían contra la escasez, la carestía, la falta de trabajo y el abandono de las autoridades locales.

La burguesía urbana se quejaba de la presión fiscal que soportaba, de las trabas impuestas a la libertad de comercio industria, de la injusticia de los privilegios nobiliarios y de la falta de representación política. Los burgueses pedían garantías de libertades civiles y políticas y una reforma profunda del Estado y de la administración. Así el eco de las ideas políticas de la ilustración va a llegar a escucharse en las primeras sesiones de los estados generales que salieron por el rey Luis XVI el 5 de mayo de 1789 en el palacio de Versalles. Los delegados del tercer estado van a reclamar que no se votará de forma separada por estamentos como era tradición, sino que cada persona tuviera un voto. De esa manera se pretendía evitar el triunfo de las tesis de los privilegiados.

Extrayendo ideas

Lee atentamente los comentarios 1,2 y 3

Extrae las ideas principales.

¿Crees que el argumento dado por los nobles se basaba en la situación real francesa? ¿Por qué?

¿Piensas que los argumentos del pueblo se basan en razones políticas, sociales o económicas? ¿Por qué?

¿Qué consecuencias tiene el no atender los Cuadernos de quejas?